
Alguien cuénteme... sobre sus amores tan vanos, tan poco importantes. Tan promiscuos y tan descalabrados. Alguien cuénteme sobre las noches húmedas y las humedades de los ojos. Alguien cuénteme sobre su tango triste, que yo le comparto la historia de "mi tango triste" tan perturbado, tan ácido en mi garganta. Alguien cuénteme qué hace antes de dormir y soñarse tan sola.
(¿Qué hacen cuando no se puede dormir, y el frío aturde la lluvia privada? Puedo ver estrellas en lo más lejano de los pasados, puedo tomar voces y colarlas en mis cuerdas vocales, puedo tomar mi censura y volverle tan feliz, tan solo en un minuto... de suerte utópica)
Alguien cuénteme cómo ha amado tanto, cómo se siente cuando la agonía se va y el reposo queda. Alguien cuénteme las noches felices y las tristes (pero alternándolas que quiero mantener equilibrio en mis relatos) de los latidos sumergidos en las ropas, en la yema de los dedos, en las papilas gustativas y en ése espacio del cuerpo que pretende encubrir secretos tan sinceros. Alguien cuénteme que me ama. Que mi tango triste aún me ama. Alguien cuénteme que su tango triste aún le ama. Alguien cuénteme historias de fantasía sepulcral y sarcástica, de te extraño tanto tantito para más tarde dedicar canciones punzantes e hincones en el oído más interno, en su oído más interno, más limpio, más suyo, para lograr el acercamiento a la hemoglobina de sus pensamientos más privados. Alguien cuénteme como terminé inmiscuyendo mi vida otra vez en las letras de su nombre, alguien cuénteme el show que va a terminar en mis pupilas distraídas y sonmnolientas. Alguien cuénteme los kilómetros de nuestras distancias. Alguien cuénteme... sobre sus amores tan vanos, tan importantes. Tan puros y tan afortunados...
(¿Qué hacen cuando no se puede dormir, y el frío aturde la lluvia privada? Puedo ver estrellas en lo más lejano de los pasados, puedo tomar voces y colarlas en mis cuerdas vocales, puedo tomar mi censura y volverle tan feliz, tan solo en un minuto... de suerte utópica)
Alguien cuénteme cómo ha amado tanto, cómo se siente cuando la agonía se va y el reposo queda. Alguien cuénteme las noches felices y las tristes (pero alternándolas que quiero mantener equilibrio en mis relatos) de los latidos sumergidos en las ropas, en la yema de los dedos, en las papilas gustativas y en ése espacio del cuerpo que pretende encubrir secretos tan sinceros. Alguien cuénteme que me ama. Que mi tango triste aún me ama. Alguien cuénteme que su tango triste aún le ama. Alguien cuénteme historias de fantasía sepulcral y sarcástica, de te extraño tanto tantito para más tarde dedicar canciones punzantes e hincones en el oído más interno, en su oído más interno, más limpio, más suyo, para lograr el acercamiento a la hemoglobina de sus pensamientos más privados. Alguien cuénteme como terminé inmiscuyendo mi vida otra vez en las letras de su nombre, alguien cuénteme el show que va a terminar en mis pupilas distraídas y sonmnolientas. Alguien cuénteme los kilómetros de nuestras distancias. Alguien cuénteme... sobre sus amores tan vanos, tan importantes. Tan puros y tan afortunados...
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