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viernes, 27 de julio de 2012

Sintítulo.


Todo placer y ego malparido ha pagado su sentencia

Quiero arrancarme con justicia de cada rincón tuyo donde reposa mi goce
de tu campanilla ensopada de alcohol
de tu garganta que florece en cada chasquido de beso
de tu vientre que guarece mi ser inconfesable
y deshacer el ritual que me impregnó esta suerte atiborrada de bostezos

Quiero ir al martes 22 a las 6 de la tarde a tu cabellera entre mis piernas
advertir tu afán verdugo y repetir que serás mía una y otra vez
como un contra-ritual negro, una cábala de protección diabólica
para volverte dócil e introducirte con ternura
esta maldición que sujetaste a mi cuerpo
cuando cortaste las cabezas de las mujeres que me habitaban
y me encerraste en la mesura de los días tranquilos

La desesperación ya no me alcanza
para rogarte, vengarme o rezarle a Dios, Satán o Shivá
a algún dios que se lleve esta expresión de mayordomo
que me atormenta todos los días frente al espejo

Un grito viene desde las vísceras de mi decadencia
se escurre entre las voces que me da el vino
¡Por el amor de los que se desunen!
¡De los engañados, de los que agonizan!
Llévate estos días que a nada aman, que a nada odian
que nada aclaman ni vituperan más que a estos díasrutina
déjame la intensidad, la fosforescencia de mis primeros versos para la muerte
abrir el alma, sentir este infierno en el que resido
¡Y celebrar la vida!

El silencio me desgarra
nada habla, nada cruje, nada se ha arrancado
cierro los ojos
pago el precio por mi antiguo paraíso