"A menudo nos sucede en la vida diaria lo que solemos admirar en la epopeya como un recurso del arte del poeta, es decir, que cuando los protagonistas se apartan, se ocultan, se entregan a la apatía, su lugar es ocupado por un tercero, apenas visto hasta entonces, y que según va manifestando su actividad nos parece en igual medida digno de atención e interés, y hasta aprobación y alabanza."
Inicio de la segunda parte. Capítulo Primero
Las afinidades selectivas - Goethe
Los Siete Vicios. Vicio 7. Infidelidad - Giotto.
Capilla de los Scrovegni
Las historias reclaman sus propias sinergias. El autor se encuentra suspendido en el poder que le ha entregado a cada palabra y éstas se confluyen entre sí arañándose los pretéritos y los futuros. Nada puede detener la furia de cada letra por hacerse vida y abandonar el papel de lo lírico. Quieren vida, muerte y quieren sangre. Los personajes son títeres, apenas conceptos reutilizables en todas las crueldades que desean cometer. Y entran algunos, asesinan a otros, parten en tiras las pielesfantasías de ellos y ellas. Todos envueltos en un gran solo caos y, he aquí el hecho que dignifica al tercero.