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jueves, 16 de agosto de 2012

Post mortem

Dejo observar mi cuerpo desnudo
sin vergüenza
porque conozco las consecuencias de dos cuerpos juntos
que se entregan sabiéndose extraños
porque conozco lo irremediable del olvido
porque sé del alivio de la ausencia

Me observo ofreciéndote mi gracia roída
Por las mañas de los hombres y mujeres que me han habitado
Aún así puedo volver
A ofrecer este cuerpo desnudo
estos besos de éter
ofrecer lo que ya me ha expirado
en el cuerpo
en el alma
en todos los lados donde vivió el vigor de mi nombre
Lamento entregar un poco de esta desgracia que me recorre
A tu boca a tus manos a tu piel
en todos estos fluidos inevitables

Me muevo al ritmo de la violencia
Nos movemos al ritmo capicúa
de un cuerpo sobre otro
¿Sentirás cómo se mezclan las desgracias y fortunas
de este cuerpo que nos reúne?

Vibro hasta la cima
Y
Me vuelvo como el humo
Las musas se liberan
Se arrullan en estas contracciones
que me vuelven presa de mi biología

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Siento desesperación sumergida en mis ojos
Huyo a los recuerdos de tu cuerpo palpitándome
Huyo a los entremeses, a los sueños
que produce la pequeña muerte

Esta huida placentera
es tan peligrosa
carga con el presagio de causar sonrisas en el aire, pero conozco
lo irremediable del olvido

el alivio de la ausencia.

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